Después de un mes y medio lejos de Lima, finally I\’m 19. Y sin más rodeos, han sido las vísperas de cumpleaños más sin-expectativas que he tenido. Mi única tradición infantil es esperar mi cumpleaños ilusionada y feliz, y hacer planetas para el día, ou llea. Me parece, o aquí pasé mi cumpleaños explicando métodos para el análisis de cloruros en el agua a mi prima.
No, este año ya no hay tres leches, mi torta favorita. Tampoco hay salir con los amigos, ni karaoke con la gentita. Más bien, tengo planeado llenar el formulario para sacar el HK ID card, seguir jugando con el Stumble Upon en el Galaxy, y ponerme a leer The Girl Who Played With Fire (nueva adquisición luego de mi corta visita ayer a HK).
Iba a poner en práctica el meme de Consejo de un Pata sobre los saludos de cumpleaños, sino fuera por Facebook, no recibiría ninguno. O casi ninguno. Aquí deben pasar 13 horas para que recién empiece a recibir saludos, así que pronostico que mi cumpleaños continuará por 13 horas más después de que termine el día 31 aquí.
He pasado más que nada, días y noches leyendo blogs francos, directos y sinceros, sobre extranjeros en Hong Kong, tratando de entrenarme mentalmente para el choque: es como una moto sin frenos (la cadena de Hotmail sobre la muchacha y su novio en la moto). El primero, HK Girl Talk, sí, cada cosa que decía sobre las chicas de Hong Kong me deprimia más. Porque confirmaba las historias de terror opiniones y consejos de mi tía sobre la juventud en Hong Kong, y no necesito tener visión de conejo para adivinar cómo son las chicas de Hong Kong, tan sólo me basta ver los programas de tele en las mañanas, y en la noche. Y oir (sin intención) sus conversaciones en librerías/ferry/bus/tienda de cosméticos:
– ¡Qué lindooo! ¿Dónde lo compraste~eh
– Pues en Watsons/Mannings/Sasa/Bonjour/Colourmix~ih
NO NIEGO QUE EN PERÚ NO EXISTAN ESTE TIPO DE CONVERSACIONES, pero Supongo que la densidad de poblacion extremadamente alta hace que me sienta rodeada de chicas superficiales y preocupadas en su apariencia al extremo.
Todos se ven iguales. Sí, sí, eso también dicen los no-asiáticos, pero no me refiero a eso. Pero las chicas se visten igual. Se maquillan igual. Actúan igual. Es como un uniforme no reconocido oficialmente. Si tienes entre 19 a 32 años es imperdonable salir sin maquillaje, o sin una cutis perfecta, cual porcelana trabajada por artesano de herencia milenaria. Es inevitable. Yo terminaré abrumada por la muchedumbre y me absorberán y quedaré como ellas. Ya tengo la cara. Sólo me falta la ropa.
En mi observación de la sociedad china, tal es el estereotipo de HK girl. Las adolescentes se preocupan más por el rosado y Sanrio. Es una herejía no poseer billeteras o cuadernos que sin lazos, corazones, colores pasteles, o mensajes románticos (\ »Always for you. With all my loving. Best wishes. You are my angel\ » son algunos populares).
A mi prima le intento explicar en inglés: \ »I\’m just classic, not old-fashioned.\ » Me regaló un estuche de maquillaje negro por mi cumpleaños. Me dijo: \ »You said you like classic, so I chose black.\ »
Si hasta Pizza Hut sirve platos marinos (hay que adaptar la oferta a la demanda). El asunto de choque de culturas es serio. Más tarde, comeré pizza para celebrar mi cumpleaños. Me aseguraré de que la pizza no contenga carne de cerdo (no por nueva religión adoptada, me ha brotado una nueva alergia). Me pregunto si de aquí a un año comenzaré a hacer la V al momento de posar para las fotos.